Madrid, 28 sep (EFE).- Emocionada y agradecida por “el cariño” y la “fidelidad” que siempre ha sentido en México, la actriz española Ángela Molina entregó este miércoles en Madrid la medalla de la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) “por su excepcional trayectoria”.
Molina pronunció unas sentidas palabras sobre la casa que siempre le ofrecían cuando visitaba México, un país que “le ha mostrado una dulzura infinita y desbordante de humanidad”.
“La ternura que desborda a los más humildes, a los ancianos, a las barcas de pesca, los colores de México y una pureza especial de México que algunos hombres y mujeres atesoran sin saberlo por la buena salud del mundo”, dijo la actriz.
Dedicó la medalla al maestro Luis Buñuel “que vino una temporada a vuestro país y pasó entre vosotros la mitad de su vida, pues no podía ser de otra manera para quien amaba sin piedad a la gente”.
“Levanto mi copa a la vida, a México, a Buñuel, al cine y a esa capital del mundo llamada sentimientos”, agregó la protagonista de títulos como “La mitad del cielo” (1986), “Carne trémula” (1997 ) ) o “Memoria de mis putas tristes” (2011).
La actriz madrileña recibió la medalla, que se otorga por primera vez fuera de México, de manos de Hugo Villa, director general de Actividades Cinematográficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Una medalla forjada a partir de la plata recuperada de los procesos de los dos reveladores en la Filmoteca de la UNAM.
Por eso, enfatiza Villa, “toma las miradas de María Félix, las charras alegres de Jorge Negrete, las canciones hermosas de Pedro Infante, los amores y suspiros que nos estrujaba Dolores del Río y los polvos de estrellas en los que pudimos Admiraba mucho a Paul Leduc, con quien la actriz trabajó en “Barroco” (1989).
La entrega tuvo lugar en un acto realizado en la sede de la Fundación Casa de México en España, cuya directora, Ximena Caraza, destacó la trayectoria de Molina, “permitiéndole consolidarse como una de las figuras imprescindibles del cine español de las últimas décadas”. .
Caraza mencionó la autenticidad y clase de la actriz, presente en todos sus proyectos, y la profunda huella que dejó en su obra en México.
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