Las autoridades mexicanas siguen sin estar seguras de si las supuestas vacunas rusas contra el coronavirus incautadas en México la semana pasada son reales o falsas.
La oficina del fiscal general dijo que la comisión de seguridad médica del gobierno mexicano aún no ha dicho qué había en 1.155 viales encontrados en fondos falsos de hieleras a bordo de un avión privado con destino a Honduras.
Inicialmente, el distribuidor de la vacuna rusa dijo que no se trataba de vacunas Sputnik V reales.
Pero luego el jefe de la aduana mexicana dijo que parecían reales, y ahora los fiscales dicen que no lo saben.
Los viales que contenían más de 5.700 dosis fueron encontrados en dos hieleras llenas de hielo y soda durante una inspección en el aeropuerto del estado de Campeche en la Costa del Golfo.
Una empresa hondureña, Grupo Karim, dijo en un comunicado que la vacuna no estaba destinada a venderse en Honduras, sino a ser entregada a sus empleados y sus familias de forma gratuita. La compañía dijo que sus empleados se han visto muy afectados por la pandemia y que estaba buscando una manera de ayudarlos.
La oficina del fiscal general dijo que los siete tripulantes y pasajeros hondureños habían salido de un hotel en Campeche y no habían sido detenidos, y que no serán acusados hasta que se sepa qué había en las botellas.
El Fondo Ruso de Inversión Directa dijo en un comunicado el jueves que después de revisar las fotos del empaque, determinaron que la vacuna era falsa.
Grupo Karim’s no proporcionó ningún detalle sobre la compra de la vacuna o su autenticidad. La empresa cuenta con 20.000 empleados directos.
Horacio Duarte, jefe de la aduana mexicana, dijo que las dosis no pertenecen al lote comprado y administrado por el gobierno mexicano.
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