Rocamnesia, un diálogo entre Xabier Erkizia y Charlotte Charbonell

folleto rokamensia es la exposición inaugurada ayer por el Centro Huarte fruto de una colaboración transfronteriza que acoge a dos artistas en una residencia organizada por el mencionado espacio y la asociación Co-op junto con Geoparkea. Los artistas Charlotte Charbonnel y Xabier Erkizia despliegan su universo artístico en torno a un tema común: el iridio, visto en las rocas de Zumaia, en el Geoparque de la Costa Vasca, testigo geológico del cambio Cretácico-Paleógeno, la extinción masiva de grandes reptiles que marca el fin de secundario.

El iridio es un elemento muy raro en la Tierra. Sin embargo, puede ser mucho más común en algunos meteoritos, como el que dejó su huella en la península de Yucatán: el cráter Chixulub. Sus efectos crearon una lluvia de polvo que esparció iridio fuera de México. La peculiaridad de las rocas de Zumaya es que una fina capa de arcilla ha conservado cuidadosamente el iridio y lo deja a la vista para apreciar las huellas del tiempo. Esta sección mineral se encuentra en depósitos sedimentarios llamados flysch, donde el iridio marca una transición. Esta es la marca que une el final de una era y el florecimiento de una nueva.

Rocamnesia, que podrá visitarse en Huarte hasta el 3 de abril, presenta dos posiciones muy distintas de los artistas ante la grandeza espacial y temporal. Xabier se sitúa en el lado romántico, permitiéndonos contemplar y experimentar la amnesia humana, mientras que Charlotte se acepta a sí misma como parte del todo, creando una oportunidad para la reminiscencia espiritual. Dos poses que acaban encontrándose una y otra vez en el camino de la vida: la sensación de disolverse en el infinito, que lleva a deslizarse en el acceso a todas las posibilidades devueltas al presente. Del 15 de abril al 25 de junio Rocamnesia Se exhibirá como parte de la exposición Spéléo Mentale junto con un grupo de artistas en la ciudad de Po. Y una versión performativa del proyecto Erkisia se podrá disfrutar el 9 de junio en la cúpula del Planetario de Pamplona, ​​en el marco del festival de arte y ciencia UPNA.

Carmelo Ramundo

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