Referéndum presidencial en México se convierte en fútbol político

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se dirige a la multitud en un mitin para conmemorar su tercer aniversario en el cargo, en la plaza principal de la capital, el Zócalo, en la Ciudad de México, el miércoles 1 de diciembre de 2021. (Foto AP / Marco Ugarte)

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se dirige a la multitud en un mitin para conmemorar su tercer aniversario en el cargo, en la plaza principal de la capital, el Zócalo, en la Ciudad de México, el miércoles 1 de diciembre de 2021. (Foto AP / Marco Ugarte)

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se dirige a la multitud en un mitin para conmemorar su tercer aniversario en el cargo, en la plaza principal de la capital, el Zócalo, en la Ciudad de México, el miércoles 1 de diciembre de 2021. (Foto AP / Marco Ugarte)

CIUDAD DE MÉXICO (AP) – Un referéndum que permite a los mexicanos votar en el ínterin sobre si mantener al presidente en el cargo se ha convertido en un extraño fútbol político que involucra a las tres ramas del gobierno.

El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el lunes con júbilo que sus partidarios habían recogido 10 millones de firmas a favor del referéndum, varias veces más de lo que exige la ley, lo que podría poner en peligro su futuro.

Es extraño, porque hay pocas razones aparentes para celebrar el referéndum y la constitución no lo exige. López Obrador recibe calificaciones positivas de alrededor de dos tercios de los encuestados y sin duda ganaría la votación para cumplir la segunda mitad de su mandato de seis años.

Pero el estilo político del presidente es una campaña constante: estuvo en la campaña sin parar de 2005 a 2018 y lo está disfrutando. Entonces exige un referéndum, aunque cueste alrededor de $ 200 millones y las autoridades electorales dicen que no tienen suficiente dinero.

El asunto llegó hasta la Corte Suprema, que ordenó al Instituto Nacional Electoral realizar el referéndum del 10 de abril.

Y algunos miembros del Congreso, dominado por el partido Morena del presidente, intervinieron al presentar una denuncia penal que esencialmente acusaba a los funcionarios electorales de bloquear la democracia.

Con las firmas en la mano, el presidente ahora considera que el caso está cerrado y parece querer que se retiren los cargos.

“Que decida el pueblo, que sea el pueblo”, dijo López Obrador. “Acabemos con las quejas y la acusación y organicémoslo ahora”.

El opositor Partido Acción Nacional ha calificado el referéndum como “una pieza de teatro político muy costosa e inconstitucional” y dijo que sería mejor gastar el dinero en crear empleos, revivir la economía devastada por la pandemia y aliviar la pobreza.

Patricio Morelos, profesor de la Universidad Tecnológica de Monterrey, dijo que a López Obrador le gustaría votar porque era una de sus promesas de campaña. También serviría para reforzar su base política antes de las elecciones para gobernador de 2022 y las elecciones presidenciales de 2024.

El Instituto Nacional Electoral dijo en un comunicado que la acusación de los congresistas fue un acto de “acoso y atentado a nuestra autonomía”.

Aunque el instituto es independiente e imparcial, López Obrador ha acusado a menudo a su miembro de ser “conservador” en contra de sus políticas.

Chiquita Pasqual

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