CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El máximo funcionario de seguridad de México dijo el miércoles que dos gobiernos anteriores gastaron 61 millones de dólares para comprar el software espía Pegasus involucrado en la vigilancia gubernamental de adversarios y periodistas en todo el mundo.

La secretaria de Estado de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, dijo que se encontraron registros de 31 contratos firmados durante las administraciones del presidente Felipe Calderón en 2006-2012 y el presidente Enrique Peña Nieto en 2012-2018. Algunos contratos pueden disfrazarse de compras de otros equipos.

El gobierno dijo que muchos de los contratos con la empresa israelí de software espía NSO Group se firmaron con empresas fachada, que a menudo se utilizan en México para facilitar sobornos o evadir impuestos.

La semana pasada, el principal investigador del gobierno contra el lavado de dinero dijo que los funcionarios de los dos gobiernos anteriores habían gastado alrededor de $300 millones en dinero del gobierno para comprar spyware. Pero esa cifra puede reflejar todas las compras de spyware y vigilancia, o incluir contratos aún no identificados.

Santiago Nieto, jefe de la unidad de inteligencia financiera de México, dijo que las facturas de programas como el spyware Pegasus aparentemente contenían pagos excesivos que podrían haber sido devueltos a funcionarios gubernamentales como sobornos.

Nieto dijo que los montos pagados y la forma en que se pagaron sugerían corrupción gubernamental en un programa de escuchas telefónicas ya cuestionable que apuntaba a periodistas, activistas y figuras de la oposición, incluido el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador y su círculo íntimo.

“Esto implica o al menos presupone la existencia de corrupción, al vender (el spyware) al gobierno a precios elevados entre 2012 y 2018”, dijo Nieto.

López Obrador asumió el cargo el 1 de diciembre de 2018 y prometió nunca usar software espía. Nieto dijo que no se habían detectado transacciones en los registros actuales.

México tenía la lista más grande (alrededor de 700 números de teléfono) de los miles supuestamente seleccionados por los clientes de NSO para una posible vigilancia.