CIUDAD DE MÉXICO (AP) – Las corridas de toros de esta temporada en la Ciudad de México pueden ser las últimas, ya que los legisladores en la reunión de la ciudad buscan revivir una ley que prohíbe la actividad.

La temporada de este año concluyó el domingo en la arena Plaza México de la ciudad y fue señalada, como se ha convertido en rutina, por los manifestantes.

El año pasado, el comité de bienestar animal de la asamblea dio la aprobación preliminar a una ley que prohíbe los eventos públicos “en los que los animales son maltratados y tratados con crueldad, con resultado de muerte”. Pero el proyecto de ley nunca fue sometido a votación ante el pleno.

El activista por los derechos de los animales, Alberto Luvianos, dice que los legisladores pueden haberse sentido intimidados por la posible pérdida de ingresos.

“Ellos (los legisladores) reconocieron que los animales tienen derechos, pero el problema que les preocupa es el rédito de la tauromaquia”, dijo Luvianos, quien estima que las corridas generarán unos 3.000 empleos.

Las sociedades taurinas afirman que el número real es diez veces mayor.

Evangelina Estudillo es una de ellas. Ha trabajado como vendedora ambulante fuera del área durante 20 años y con los ingresos pudo criar a nueve hijos. La perspectiva de una prohibición la preocupa.

“El presidente debería hacer algo”, dijo Estudillo. “Mira cuántas familias dependen de esto”.

Desde 2013, cuatro estados de México han prohibido las corridas de toros y las encuestas indican un apoyo significativo a la prohibición. Una prohibición en la Ciudad de México, actualmente el lugar más grande para los eventos, sería un revés internacional para las corridas de toros.

“Respeto a los que se oponen, pero no estoy de acuerdo”, dijo Paco Domínguez, que vende merchandising y carteles taurinos. “Lo veo como un arte, parte de la cultura, y me gano la vida”.