Treinta millones de años antes de que las mantarrayas comenzaran a deslizarse con gracia a través de las aguas del océano, un tiburón con aletas increíblemente alargadas intentó un vuelo submarino de este tipo, informan los investigadores el 19 de marzo Ciencias.
Trabajador de cantera desenterró fósil de extraño tiburón, ahora apodado Aquilolamna milarcae, en 2012 de un lecho rocoso del noreste de México que se remonta a unos 93 millones de años. La característica más distintiva del tiburón son sus aletas largas y curvas que se extienden desde sus lados. Extendiéndose casi 2 metros de un extremo a otro, la longitud de las aletas rivaliza con la envergadura de las águilas calvas. Apodado el tiburón águila por los investigadores, A. milarcae pueden haber usado las aletas para estabilizarse o impulsarse como una manta raya.
La cabeza ancha y redondeada del tiburón águila, sus mandíbulas largas y sus dientes diminutos sugieren que pudo haber sido un alimentador por filtración, succionando plancton flotando en el agua de mar. Su cuerpo en forma de torpedo y su alta aleta caudal sugieren que el tiburón era un nadador activo, pero no particularmente rápido, según el paleontólogo de vertebrados Romain Vullo de la Universidad de Rennes en Francia y sus colegas.
A. milarcae puede haber sido miembro de un grupo muy diverso de tiburones que incluye megalodones extintos, así como grandes tiburones blancos modernos y tiburones peregrinos que se alimentan por filtración (SN: 2/8/18). Aunque este grupo una vez gobernó los mares, muchos de sus miembros se extinguieron después de que un asteroide golpeara la Tierra hace unos 66 millones de años.
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