La salud de ‘Frida’, la perrita rescatada de los sismos de México en 2017, es alarmante

Este viernes saltó la noticia en los medios mexicanos de que Frida, la perrita rescatada de los sismos de 2017, presenta complicaciones de salud, entre ellas problemas articulares, cardíacos y hasta pulmonares.

De acuerdo con la Semar (Secretaría de Marina Armada de México), Frida tiene casi 13 años, equivalente a 91 años humanos, lo que se considera un “animal viejo”.

Cabe mencionar que Frida alcanzó fama mundial porque formó parte del equipo de búsqueda y rescate de la Semar en estructuras colapsadas.

En 2017 se ganó el cariño de todo el pueblo mexicano al encontrar varios sobrevivientes que fueron enterrados en edificios en diferentes partes de la República Mexicana luego de intensos sismos en Oaxaca con graves consecuencias en varias regiones como la Ciudad de México.

Según la Semar, “Frida” no corre peligro y esperan que este día se retrase. Es decir, por condiciones propias de la edad, el perro ya no corre, salta y casi no obedece ninguna orden, y si lo hace, se demora mucho debido al cansancio crónico que sufre.

En 2019, los veterinarios de Frida anunciaron su retiro y ahora lleva una vida normal, como la de una mascota.

Según medios locales, Frida tiene el pelaje casi blanco, señal de envejecimiento; Y no solo eso, se la percibe más agotada, pues según sus cuidadores “Frida” tiene una dieta especial, atención médica y sesiones de relajación.

Atrás quedan las largas horas de entrenamiento y educación, la perra sale solo al jardín en las instalaciones del subgrupo de control canino del Estado Mayor de la Semar, en la capital azteca, desayuna y vuelve a entrar a su criadero.

Frida nació en abril de 2009 en el Centro Canino Semar en la Ciudad de México, donde fue entrenada y seleccionada para pertenecer al equipo de búsqueda y rescate en estructuras colapsadas.

La obra de Frida es tan venerada en México que se le han erigido estatuas o monumentos en varios puntos del país, siempre con zapatos especiales, antiparras y chaleco azul marino. Algunas otras personas han optado por tatuarse la imagen del perro en la piel para perpetuar su labor humanitaria.

Carmelo Ramundo

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