Hoy el principal factor de competitividad es la innovación y debería serlo; abierto. No todas las personas innovadoras trabajan en nuestra empresa. Y para quienes lo hagan, será fundamental encontrar y colaborar con otras personas innovadoras de otras partes del mundo. Solo así la empresa podrá innovar con éxito. Además, debes aceptar el fracaso. La innovación no existe sin riesgo y ninguna empresa puede innovar eficazmente si no aprende a gestionarla. Si nunca ha fallado, ¡entonces nunca ha intentado nada realmente importante! Fomentar una cultura corporativa que valore y aproveche los fracasos útiles es esencial para una innovación exitosa. Un punto de innovación muy importante es el modelo de negocio y no solo en tecnología. Un mejor modelo de negocio es más poderoso que una mejor tecnología. Las empresas exitosas a menudo terminan atrapadas en su modelo de negocio. Debe aprender cómo mejorar o incluso cambiar el modelo de negocio para seguir prosperando una vez que se vuelva obsoleto. Debe aprender a monitorear el modelo de negocio, las tecnologías, la gestión del conocimiento y la propiedad intelectual. Hay dos vías principales a través de las cuales las ideas fluyen hacia la innovación abierta: de afuera hacia adentro y de adentro hacia afuera. La opción de afuera hacia adentro implica abrir los procesos de innovación de la empresa a muchos tipos de información y aportes del exterior. Mientras tanto, la innovación abierta de adentro hacia afuera requiere que las organizaciones permitan que sus ideas no utilizadas o infrautilizadas salgan a la luz para que otros puedan utilizarlas en sus empresas y modelos de negocio. En esta era en la que la información, las ideas y las tecnologías fluyen y se intercambian ampliamente, evolucionando rápidamente, es muy ineficiente pretender hacerlo todo por uno mismo. Se debe aprovechar la amplia oferta de colaboración que ofrecen las universidades, los centros tecnológicos y otras empresas con capacidades en áreas de interés para el modelo de negocio.