Mientras tanto, se le devuelve al IFT la facultad de autorizar los mencionados códigos éticos de las emisoras y televisoras.
De hecho, cree que dejar este asunto en manos de los concesionarios “corre el riesgo de que su regulación no promueva la deliberación pública plural y cualitativa, en detrimento de los principios que rigen la democracia representativa (libertad de expresión y acceso a la información)”.
La declaración CIRT
En este sentido, la CIRT, institución autónoma que representa a más de 1.600 estaciones de radio y televisión afiliadas en todo el país, ha solicitado al tribunal en pleno que revise oportunamente el contenido del citado proyecto.
Ese veredicto es un ataque directo e inusual a la libertad de expresión en México”.
CIRT
Para el presidente del consejo de administración del CIRT, José Antonio García Herrera, la obligación de distinguir entre contenidos informativos y de opinión sólo daría lugar a la censura.
“Si este curso de acción continúa, no tengan dudas, acudiremos a los organismos internacionales para demostrar la censura y el manto ominoso con el que algunos quieren cubrir a nuestro país”, dijo en un comunicado.
Además, expresó su preocupación “por el entramado sensorial que se le impone a la radio y televisión mexicana y en especial a nuestros comunicadores, y por supuesto contra el periodismo nacional que ha visto cifras récord en el número de compañeros muertos y amenazados”.


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