TAPAHULA, México (AP) — Un nuevo grupo de unos 2.000 migrantes partió el lunes del sur de México con miras a llegar a Estados Unidos.
El grupo partió del pueblo de Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala, donde miles de migrantes están varados y frustrados por la lentitud del papeleo en las abarrotadas oficinas de inmigración mexicanas.
“Es duro, pero vamos a seguir con la esperanza de que nos dejen pasar”, dijo el migrante nicaragüense Moisés Chinchilla, quien prefiere esperar un permiso de residencia temporal.
Las marchas recientes, en su mayoría compuestas por familias enteras, han logrado recorrer solo unos 45 kilómetros (28 millas) hasta el pueblo de Huixtla, donde las autoridades mexicanas han logrado dispersar a los grupos mediante la emisión de los permisos.
Los permisos permiten a los migrantes, en su mayoría venezolanos y centroamericanos, permanecer en territorio mexicano hasta por 30 días mientras realizan los trámites migratorios.
Si bien muchos migrantes intentan usar los permisos para tener tiempo de llegar a la frontera de EE. UU., los funcionarios mexicanos envían a muchos de regreso al sur.
Muchos se oponen a la estrategia mexicana de mantenerlos al sur, lejos de la frontera con Estados Unidos. Dicen que el proceso para normalizar su estatus, generalmente solicitando asilo, está tomando demasiado tiempo y no pueden mantenerse mientras esperan semanas en Tapachula porque los trabajos son escasos.
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