todos esperan una rápida derogación de las restricciones de inmigración de los Estados Unidos.

Entre ellos estaba Beatriz Tenorio de Perú, que viajaba con su esposo y su bebé de cinco meses, a quien envolvieron en capas de ropa, con frío pero felices de estar en movimiento, dijo.

La Corte Suprema de EE. UU. dictaminó esta semana que las restricciones, conocidas como Título 42, pueden permanecer vigentes temporalmente.

Implementado bajo el expresidente Donald Trump al comienzo de la crisis de salud, el Título 42 permitió a los funcionarios fronterizos deportar rápidamente a los migrantes a México sin la posibilidad de buscar asilo en los EE. UU.

El mes pasado, un juez federal dictaminó que el Título 42 era ilegal en respuesta a una demanda presentada originalmente por inmigrantes solicitantes de asilo representados por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, y estableció que las restricciones se levantarían el 21 de diciembre.

Pero un grupo de 19 estados con fiscales generales republicanos trató de anular esa decisión y llevó su solicitud a la Corte Suprema conservadora.

Ahora, muchos migrantes a lo largo de la frontera pasan el fin de semana de Navidad al aire libre en lo que el servicio meteorológico de México llamó una “masa de aire ártico” o en refugios básicos, con temperaturas cercanas al punto de congelación.

Sin claridad sobre cuándo se levantarán las restricciones, a algunos funcionarios les preocupa que sus ciudades puedan verse abrumadas si llegan más inmigrantes.