El peso mexicano continuó su fuerte declive frente al dólar estadounidense, cayendo a un mínimo histórico de 21 a $1 el viernes mientras las autoridades mexicanas se preparaban para una posible ola de mexicanos que regresan de los Estados Unidos. El peso ya había roto la barrera psicológica de 20 a $1 a principios de esta semana tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. La moneda mexicana cayó casi un 13 por ciento esta semana, la caída más fuerte en una semana en al menos una década.
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El peso cotizó tan bajo como 21,26 antes de recuperarse levemente a una tasa interbancaria de 20,95.
Las autoridades dicen que la caída se debe a la incertidumbre mundial tras las elecciones estadounidenses.
Pero México se ha visto particularmente afectado. Trump ha criticado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, del que depende México.
También prometió construir un muro entre las dos naciones y propuso altos aranceles a los productos mexicanos, y sugirió que las personas que ingresaran ilegalmente a los Estados Unidos fueran deportadas.
El viernes, el ministro del Interior, Miguel Ángel Osorio Chong, firmó un acuerdo con una importante cámara empresarial para ayudar a los mexicanos que regresan a su país a encontrar trabajo.
“Estamos ampliando las alternativas para nuestros compatriotas que regresan, para que puedan poner su talento y compromiso característico en favor de las comunidades y el desarrollo de su país”, dijo Osorio Chong.
Algunos mexicanos que son deportados o regresan voluntariamente no cuentan con documentos de identidad válidos en su país de origen, como credencial de elector.
El nuevo esfuerzo alienta a las empresas a aceptar otros tipos de identificación.
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