El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo el martes que su país no impondrá sanciones económicas a Rusia por su invasión a Ucrania.
“No vamos a aceptar ninguna represalia económica porque queremos tener buenas relaciones con todos los gobiernos del mundo”, dijo López Obrador en su rueda de prensa diaria.
López Obrador fue criticado internamente por su renuencia a condenar la invasión no provocada, y las primeras reacciones oficiales mexicanas llamaron al diálogo entre las partes.
Al día siguiente del estallido de las hostilidades, el canciller Marcelo Ebrard emitió un comunicado condenando el ataque ruso.
México estuvo entre los 11 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que votaron a favor de una resolución que condena las acciones de Rusia a fines de la semana pasada.
Rusia vetó la resolución y China, India y Emiratos Árabes Unidos se abstuvieron.
Sin embargo, parece que López Obrador simpatizaba con la posición de Rusia el martes, rechazó la posibilidad de imponer sanciones y entró en lo que llamó la “censura” de los medios estatales rusos.
López Obrador expresó su posición sobre las sanciones en respuesta a una pregunta sobre las inversiones locales de la empresa rusa Lukoil y las operaciones de Aeroflot en México.
Su negativa a imponer sanciones es retórica porque carece de poder para imponer sanciones similares a las impuestas por Washington y algunas capitales europeas.
El régimen sancionador mexicano se limita a restringir el acceso de personas y entidades al sistema financiero local en casos de lavado de activos y financiamiento del terrorismo y no está dirigido a restricciones financieras amplias con impacto geopolítico.
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