“México no tiene nada que objetar a estar en nuestro país, siempre que respeten las leyes de México”, dijo Marcelo Ebrard, canciller norteamericano.
Casi 13.000 inmigrantes ilegales, en su mayoría de Haití, han sido arrestados por las autoridades de inmigración de Estados Unidos en un campamento improvisado debajo del puente internacional que conecta Del Rio, Texas con Ciudad Akuna, en Coahuila, México.
Los inmigrantes han estado cruzando territorio mexicano en ruta a Estados Unidos desde el martes pasado y se están estrellando contra las autoridades de inmigración que han improvisado un campamento con la esperanza de procesar las solicitudes de asilo o devolverlas en avión.
Los haitianos son de Brasil y Chile después de que el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) anunciara en agosto la extensión del programa Estatuto de Protección (TPS), una declaración en la que se basaron los traficantes, según Ebrard. El ministro mexicano dijo que el país podría recogerlos, pero que “la mayoría quiere ir a Estados Unidos”.
“Ofrecemos todo tipo de soluciones, a través del Instituto Nacional de Migración. Algunos se han refugiado en México, creo que el 15%, más o menos”, dijo.
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