El gobierno federal creó una Comisión de la Verdad que busca esclarecer y hacer justicia sobre torturas, asesinatos y desapariciones forzadas a manos de elementos policiales y militares entre 1965 y 1990.
México tiene la intención de hacer Justicia en uno de los períodos más oscuros de su historia: 25 años en la segunda mitad del siglo XX cuando los cuerpos policías y soldados torturados, asesinaron y desaparecieron cientos de personas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador firmó el sábado un decreto que establece un Comisión de la verdad investigar el abuso y graves violaciones de derechos humanos que tuvo lugar entre 1965 y 1990 Para lograr justicia por estos delitos, busque a las siguientes personas desvanecido de ese tiempo – alrededor de mil – y reparar a las víctimas.
Así lo afirmó Alejandro Encinas, Subsecretario de Derechos Humanos, durante un acto con motivo del 53 aniversario de la masacre estudiantil de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968, una de las acciones represivas más brutales del gobierno mexicano que tuvo lugar en vísperas de La capital del país acogerá los Juegos Olímpicos.
Donde estaba la Dirección de la Policía de Tránsito de lo que fue el DDF, venimos a reclamar la memoria y la dignidad de las víctimas y sobrevivientes de torturas y tratos degradantes. pic.twitter.com/7Uili40cbu
-Alejandro Encinas (@A_Encinas_R) 2 de octubre de 2021
Más de medio siglo después, aún se desconoce el número real de muertos. La cifra oficial era de 30, pero podría rondar los 350 según una encuesta posterior. En los hospitales se reportaron 53 heridos de gravedad y ese día se estima que dos mil personas fueron detenidas.
Durante el evento también se presentó un proyecto para la reconversión de uno de los principales centros de tortura de la capital, la ex Dirección General de Policía y Tráfico, en un lugar de memoria.
Al llegar al poder en diciembre de 2018, el presidente López Obrador prometió convertir los centros de tortura del pasado en monumentos conmemorativos para dar a conocer la historia y evitar que se repita. Uno de ellos ya ha abierto con exposiciones y están por venir más.
Todas estas instalaciones, explicó Félix Hernández, un líder estudiantil de 1968, compitieron por donde el trato era “más efectivo para destruir voluntades y sembrar terror”.
Los sótanos que ahora quieren recuperar en Tlaxcoaque, al sur del Zócalo capitalino y que significa “lugar donde miras serpientes”, fueron en ese momento la sede del servicio secreto mexicano, recordó el periodista. José Reveles, “que en el Años 50 Incluso fueron contratados por Batista – el dictador cubano – para matar al líder revolucionario de la época Fidel Castro ”.
Por la defensa y memoria de las víctimas, continuamos trabajando por el establecimiento de la Comisión de Verdad y Esclarecimiento Histórico, Justicia y Violaciones de Derechos Humanos cometidas durante los años 1965-1990.# 2 octubre, no lo olvides pic.twitter.com/EyQHeSN2qf
-Alejandro Encinas (@A_Encinas_R) 2 de octubre de 2021
Ahora, estas son habitaciones inundadas con olor a podrido donde las autoridades de la capital incluso han encontrado una silla con correas que fue utilizada para torturas y harán una recuperación forense de cualquier material que pueda ser utilizado en la búsqueda de justicia, explicó. el jefe de gobierno. , Claudia Sheinbaum.
“Vi la tortura de los niños”, recordó Ana Ignacia Rodríguez, en un video grabado por el gobierno de la ciudad, durante una visita a los Cuerpos Oscuros. “Los sacaron del pasillo … ‘Desnúdate’ … y con esa horrible manguera contra incendios, que es dolorosa en sí misma, los bañaron y luego pasaron por el aguijón (un instrumento de tortura que da descargas eléctricas) y tenía que verlo “.
Los intentos de exponer las atrocidades pasadas que tuvieron lugar en México no han logrado condenar a nadie por el abuso, pero han avanzado en el esclarecimiento de la verdad, dijo Reveles.
Lo más importante fue el proceso que llegó para poner a un ex presidente en el banquillo.
Cuando Vicente Fox (2000-2006) llegó al poder, creó una Fiscalía Especial para investigar los movimientos políticos y sociales del pasado, gracias a la cual Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) fue acusado de dos masacres: la de Tlatelolco en 1968 -en el que fue secretario de Gobernación- y el de junio de 1971, con Echeverría como presidente.
La justicia federal consideró que se había producido el 2 de octubre de 1968 un “genocidio” pero no determinó quién lo cometió. Echeverría no puso un pie en la cárcel y fue puesto bajo arresto domiciliario hasta que finalmente fue absuelto por los tribunales en 2007 por falta de pruebas.
En 2018, 50 años después de la masacre, por primera vez una entidad oficial declaró los hechos como “crimen de Estado”.
Paralelamente, en octubre de 2014 se presentó el informe de la Comisión de la Verdad del Sur del Estado de Guerrero, que pretendía esclarecer los abusos cometidos contra los guerrilleros y sus simpatizantes en la década de los setenta.
El informe llega un mes después de que México reviviera su oscuro pasado con la desaparición también en Guerrero de 43 estudiantes de maestría de la Escuela Normal de Ayotzinapa, delito que luego de siete años sigue sin estar claro y para el cual también se ha creado una comisión de la verdad.
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