A finales de octubre y principios de noviembre, el planeta Mercurio brilla al amanecer, este o este, en la misma dirección por la que saldrá el Sol unos minutos después, mientras que Venus, está del otro lado, lo observamos al final del el día, apenas comienza la noche, en la misma dirección donde el sol se puso unos minutos antes, al oeste o al oeste.
Sin mirar demasiado hacia arriba, Mercurio tiene un brillo tenue, es un punto sólido y brillante, tomará unos segundos encontrarlo. Mientras que Venus, no hay pérdida, es el más brillante del cielo después de la Luna. De hecho, lo imposible es no verlo.
Cuando Galileo Galilei sacó su telescopio y observó a Venus, descubrió que tenía fases como la Luna, las llamó Creciente de Venus y Venus menguante.
Para el próximo jueves 28 de octubre, si observas con un telescopio, verás a Venus en dicotomía, es decir, la mitad de Venus estará iluminada y la otra mitad oscura. La parte iluminada disminuye. Esta parte está en el lado del Sol, aunque el telescopio mira hacia otro lado.
Otro planeta que exhibe fases cuando se ve desde la Tierra es Mercurio. El fenómeno se debe a que las órbitas de Mercurio y Venus están en la órbita de la Tierra, por lo que vemos parte de ella iluminada, lo que no ocurre con otros planetas. Recuerde que la órbita es el camino que sigue el planeta alrededor del Sol.
ALARGAMIENTO
Como observadores del cielo, ubicado en la Tierra, llamamos alargamiento al ángulo de separación de una estrella del Sol.
En el cielo de la Tierra se observa a Mercurio o Venus separados del Sol, hasta alcanzar una altura máxima, sin llegar a la parte más alta del cielo, el cenit. Días después, disminuirán su altura o distancia del Sol y lo alcanzarán. A partir de ese día estos planetas serán observados 12 horas después, si los vimos por primera vez al amanecer, ahora los veremos al anochecer o viceversa.
El 25 de octubre, Mercurio alcanzará su mayor relación de aspecto, su mayor altura en el cielo. Aunque días después seguirán siendo buenos días para observarlo a simple vista, antes del amanecer y en la misma dirección. El 10 de noviembre, Mercurio y Marte estarán juntos, uno al lado del otro. A partir del 29 de noviembre, Mercurio pasará por el cielo vespertino. El 29 de diciembre Mercurio estará en conjunción con Venus, aunque están muy cerca del horizonte.
Si está observando a través de binoculares o un telescopio, tenga mucho cuidado de no apuntar al Sol.
El 29 de octubre, Venus alcanza su máxima elongación, pero a diferencia de Mercurio, Venus brilla al final de la tarde y por la noche. Seguro que la has visto, en cuanto oscurece, ¡es la estrella más brillante de todas! Mire en la misma dirección en que se puso el sol hace unos minutos, al oeste o al oeste. Venus entrará en el cielo de la mañana el 9 de enero de 2022.
VENUS
El planeta más brillante de todos, el planeta del amor y la belleza. Venus es el segundo planeta del Sol, después de Mercurio. Está completamente cubierto de nubes, que reflejan el 70% de la luz solar, de ahí su espléndida luminosidad.
Tiene casi el mismo tamaño que la Tierra, con una presión atmosférica 92 veces mayor que la de la Tierra, equivalente a sumergirse 900 metros bajo el agua. Tiene una temperatura superficial media de 464ºC. También está lloviendo ácido sulfúrico. Estas condiciones hacen de Venus un planeta imposible de explorar. Solo unas pocas sondas espaciales soviéticas exitosas lograron aterrizar y enviar información durante más de una hora, antes de ser destruidas por el entorno mortal.
Está a 108 millones de kilómetros del Sol, la Tierra a 150 millones de kilómetros. A Venus le toma 224 días dar la vuelta al Sol, y 243 días a la Tierra dar la vuelta a su eje, ¡el día en Venus tarda más que su año! Y por si fuera poco, la rotación sobre su eje es en sentido contrario al resto de planetas. Se cree que hace millones de años un asteroide golpeó a Venus y la derribó.
MERCURIO
El planeta más pequeño de todos y el más cercano al Sol, apenas supera a la Luna de la Tierra. No tiene atmósfera y tiene una superficie similar a la de la Luna, árida y llena de cráteres. Mercurio está a 57 millones de kilómetros del Sol, tarda 88 días terrestres en hacer que gire, su año, y gira sobre sí mismo, en 58 días terrestres, su día. Mercurio refleja el 6% de la luz solar.
No pierda la oportunidad de observar Mercurio y Venus a simple vista. Unos días después de su máxima elongación, seguirán brillando en el cielo, pero a menor altura.
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