La noche de las almas | MurciaEconomy: El diario económico regional

Se acerca la fiesta de Todos los Santos, fecha vivida con gran intensidad en Murcia a lo largo de la historia. A la tradicional visita a los cementerios para recordar a nuestros difuntos llevándoles flores, hay que sumar otras costumbres. Por ejemplo, al regresar del cementerio, era habitual que la familia se reuniera alrededor de la camilla para contar historias de familiares que ya no están entre ellos. Encuentros en los que se comían huesos de santo, buñuelos de viento, almíbar y calabaza.

Incluso hoy en día es fácil encontrar el canto de los auroros en algunos cementerios de Murcia; y se ha convertido casi en una obligación ir, un día de estos, a Romea para presenciar la representación teatral del “Tenorio” de Zorrilla.

Pero de todas las costumbres funerarias que se practican en nuestra Región, la que más me ha impresionado siempre ha sido la Noche de las Almas. Y todavía hay gente en Murcia que mantiene viva la creencia de que durante la Noche de las Almas, que transcurre del 1 al 2 de noviembre -no confundir con la noche de Halloween, que es la víspera de Todos los Santos-, el último fallecido de cada casa regreso a casa. Por eso, las habitaciones de los difuntos están preparadas para esa noche: se barren a fondo, se colocan sábanas limpias en las camas y se cubren con las mejores mantas, se encienden velas y mariposas luminosas en los rincones e incluso en la mesita se coloca alguna dulces y una copa de licor, en caso de que el fallecido quiera darse un capricho.

Parece mágico, pero al día siguiente los familiares perciben señales de que ha habido actividad en la habitación durante esa noche: cajones abiertos, cuadros torcidos, cortinas inclinadas y el colchón un poco hundido, como si alguien hubiera estado acostado sobre él, descansando. … Murcia, somos conscientes de que no es necesario leer a García Márquez para experimentar el realismo mágico.

La abuela de mi esposa creía sin rodeos que la noche del 1 de noviembre el fallecido regresó a casa para quedarse 24 horas con sus seres queridos, con quienes habían vivido hasta su muerte. La abuela había sido viuda durante décadas y todas las noches del año una nieta dormía junto a ella, en su cama. Bueno, no todas las noches, porque en la noche de Ánimas pidió dormir sola. Esa noche, como ha sucedido todos los años, su difunto esposo regresó al lecho conyugal. Para la ocasión, vistió la cama con las mejores sábanas y se puso la funda de crochet que debutaría en su noche de bodas. Antes de acostarse, se desabrochó el moño y lo peinó con mucho cuidado; luego se vistió con el camisón con los dedos de los pies de encaje y se perfumó. Y además, hizo algo inusual que solo hizo esa noche: cerrar la puerta del dormitorio.

Sus nietas no saben qué pasaría dentro del dormitorio durante esa larga velada, pero al día siguiente la encontraron más alegre y conversadora que de costumbre.

Así que cuando veo Ghost, esa película en la que Demi Moore llega al orgasmo haciendo sus cosas con el espectro de Patrick Swayze, su marido, me digo: hay que ver a estos americanos que piensan que lo han inventado todo … y esta cosa. Que hacer Llevamos siglos haciendo el amor con un difunto en Murcia.

Little Pasqual

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