FC Barcelona: Ronald Koeman, en boca de todos | Deportes

Ronald Koeman se ha convertido en el bolso de todo tipo del Barcelona. Al técnico le costó salir del Camp Nou tras el clásico porque un grupo de aficionados abarrotaron su coche, algunos con la intención de hacerse un selfie y otros para expresar su enfado por la derrota ante el Madrid (1-2), hasta el. al punto que patearon el vehículo que conducía con su esposa Bartina. La escena puso en peligro a los servicios de seguridad del club azulgrana, que invitaron al entrenador y a los jugadores a caminar por una calzada con semáforo antes de llegar a la calle y así lo expusieron al encuentro con la afición descontenta y también con la afición como lo hacían. no necesariamente va al estadio. En cualquier caso, Koeman fue atrapado por un cóctel que expresa la desprotección que siente personalmente y la frustración colectiva que vive el Barça.

La presión sobre el técnico holandés ha aumentado justo cuando su continuidad ha dejado de ser discutida por la directiva de Joan Laporta. No hay más anuncios no oficiales ni oficiales sobre el futuro del técnico, pero ambos bandos han otorgado un alto el fuego a la espera de resultados que les obliguen a luchar por la cima de la liga y acceder a los cuartos de final de la Champions League, partidos pendientes ante el Dinamo de Kiev y el Benfica. . Sin embargo, acertar en los objetivos puede ser costoso después del incendio del verano pasado, cuando resultó que Laporta dudaba de Koeman. El apoyo posterior, especialmente claro antes y después del partido contra el Atlético, no ha tenido el efecto esperado ya que las dudas sobre la idoneidad de Koeman como técnico azulgrana aumentan en cada partido.

En el 1-2 ante el Madrid, Koeman respondió: “Nos acercamos a un gran rival”, un comunicado que estaba en línea con las declaraciones del secretario técnico Ramón Planes: “No se puede pedir más. Merecimos ganar al Madrid por puntos. Sin embargo, las expectativas de desarrollo del equipo siguen condicionadas por las lesiones y también por el libro de estilo del propio Koeman. De Jong y Pedri llevan varios días ausentes y aún no está claro si Dembélé podrá reaparecer ante el Rayo o el Alavés y por tanto sustituir a Dest como exterior. Aunque se espera una mejor versión de cada jugador, también se esperan respuestas colectivas del técnico, y sobre todo tácticas, que nos permitan afrontar partidos sencillos e incluso comprometidos con garantías como el que conoció el Madrid.

Ni dinero ni socorro

La sensación es que el fútbol azulgrana no avanza y el discurso del técnico ha perdido fuerza tras repetir que si no gana es por falta de eficacia y porque Dest no venció a Courtois antes de que Alaba venciera a Ter Stegen. Ya no se sabe si Koeman es víctima de la inseguridad y también de los constantes cambios en la plantilla, que incluyen la salida de Messi y Griezmann, o acciones condicionadas por las pautas de Laporta, que no necesariamente son las mismas que el técnico anterior. de los Países Bajos. Basta examinar, por ejemplo, el papel diferente de Frenkie De Jong.

Dado que al Barça le cuesta ganar títulos, la pregunta que se hace la afición azulgrana es si podrá ganar partidos construyendo un equipo en torno a futbolistas prometedores como Gavi, Pedri o Ansu Fati. La tarea requiere un técnico que tenga la confianza tanto del palco como del vestuario y Koeman no se quita la etiqueta de técnico provisional del Camp Nou.

La crítica situación económica, así como la falta de un sustituto que exprese la política deportiva que implementará Laporta, beneficia la continuidad del holandés, incluso cuando tiene que soportar un acoso como el del domingo posterior al partido contra el Madrid. El clásico siempre deja secuelas en el banquillo perdedor y ahora es el turno del Barcelona después de haber afectado al Madrid durante mucho tiempo.

El desgaste de Koeman aumenta porque no encuentra el punto de inflexión que permita frenar la caída del equipo, impotente y sin rebelión, resignado a su suerte en Liga y Champions. A los que afirman que no solo pierde el equipo sino que el club también pierde tiempo y se pierde el respeto por Koeman, la directiva les responde que la solución no es cambiar de entrenador, para que Koeman actúe como paraguas del Camp Nou.

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Chiquita Pasqual

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