Guadalajara (México), 29 de abril (EFE). – Una exposición inaugurada este sábado en Guadalajara, en el occidente de México, se centra en la vida y el legado de la escritora, periodista y crítica de arte mexicana Olivia Zúñiga, quien colaboró con artistas como Juan José Arreola y Matías Goeritz, pero cuya obra con el tiempo cayó en olvido.
El legado de la poeta fue aplastado por el paso de los años, pese a ser una artista destacada en el ámbito cultural de México, explicó a EFE Bárbara Lázara, su bisnieta y autora de la exposición “Olivia Zúñiga: sonora en el silencio”.
Parte de ese olvido se debió a que la escritora, nacida en 1916, era considerada una mujer con “una vida escandalosa”, haciéndose un espacio antes reservado casi exclusivamente a los hombres, dice Lázara.
“Fue una vida muy polémica, muy incomprendida, ella vivió como cada uno de nosotros hoy, pero era el comienzo del siglo XX, aunque lo hacía desde el entendimiento de que se podía crear, había una prohibición social. Es parte de la misoginia sistémica”, dijo.
Zúñiga escribió numerosos poemas y novelas, fue periodista y crítico de arte en revistas y diarios de importancia nacional, y publicó cinco libros, entre ellos “Amante imaginado”, publicado en 1947 y “Retrato de una niña triste”, Premio Jalisco de Novela en 1951.
A lo largo de su vida colaboró con Mathias Goeritz, de quien escribió una biografía, y con Juan José Arreola, quien publicó su último libro “La muerte es otra ciudad” en 1959, como parte de su antología “Los cuadernos del unicornio”.
Después de más de una década de buscar en archivos familiares, amigos sobrevivientes y librerías de viejo, Lázara pudo encontrar algunos ejemplares de sus libros, así como fotos e información sobre la vida de Zúñiga que reunió en la exhibición.
“Era una mujer brillante, con una modernidad y una mentalidad contemporánea, no estaba adelantada a su tiempo, pero estaba a tiempo. Decidió escribir a pesar de ser autodidacta, huérfana y mujer”, dijo.
“Olivia Zúñiga: sonora en el silencio” muestra cien piezas que formaron parte de su archivo personal, entre escritos, cartas y recortes, retratos, así como arte objeto y una videoinstalación, que permanecerá en el Museo Cabañas hasta el 12 de agosto .
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