Cuatro negocios de comida fueron víctimas de un fraude, pues le pidieron servicio a domicilio para nueve personas, en la iglesia de Santiago Apóstol en Altamira, lo que resultó falso, al parecer por lo menos dos de los repartidores hicieron depósitos de dinero, pues también les habían solicitado ese servicio.
El párroco, Bernardo Horacio Arredondo, explicó que de manera personal le tocó atender a tres motociclistas, que llevaban bastante comida, pues la persona que hizo la orden indicó que había una reunión de sacerdotes en la iglesia, ubicada en el centro de Altamira, sobre la calle Capitán Pérez, frente a la plaza.
Al sacerdote le tocó explicar a los repartidores que ellos no habían hecho ninguna petición de comida, lo que pudieron corroborar a los negocios así es que no tuvieron que pagar por el servicio, sin embargo la pérdida fue para los establecimientos.
Sin embargo al parecer la solicitud de comida solo fue un pretexto, pues a los repartidores se les pidió que hicieran un depósito en una tienda de autoservicio, a una cuenta específica, y es que algunas personas que se dedican a realizar mandados en moto, hacen este tipo de servicios, desde que la pandemia obligó a estar a todos en casa.
Así que no solamente los negocios perdieron, sino también los repartidores que ya no recuperaron el monto de lo depositado.
Más tarde llegó un cuarto repartidor, explicó el párroco, sin embargo este fue atendido por las personas que trabajan en la iglesia, a quien también se le rechazó el pedido.
Los negocios a través de sus redes sociales estuvieron también denunciando esta situación, en algunos se estableció que el pedido de comida que se hizo era por 1,500 pesos.
Cabe señalar que una situación como está había sido denunciada por la Diócesis de Ciudad Victoria, pues también se habían hecho varios pedidos a nombre de varias Iglesias, especialmente a la Catedral.
EAS
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