Faltando exactamente un año para la Copa del Mundo, el pasaporte de Brasil está sellado para Qatar. Allí, Neymar y Tite se enfrentarán a una notoria marca negativa: en 2022, la selección brasileña cumplirá 20 años sin un título mundial. Es el mismo período sin levantar el trofeo que Brasil cargó sobre los hombros de Italia para el Mundial de 1990.
Uno de los capítulos más oscuros de la historia del maillot amarillo en el Mundial, el equipo de 1990 fue tildado de “Dunga Era”, los tres defensores de Lazaroni y la derrota ante una Argentina con “Maradona a una sola pierna”. ¿Pero fue realmente tan malo?
Cup 90, el documental
Para entender el fenómeno de la Copa de Italia y el equipo que, cuatro años después, finalmente devolvió a Brasil al récord como el mejor equipo del planeta, la UOL está reviviendo antes y durante el Mundial en “Golpe 90 – Lazaroni, Maradona y un equipo (quizás) ofendido”. El lanzamiento está programado para el 30 de noviembre y en seis episodios navegará por las historias que dieron forma al equipo, desde la llegada del técnico Sebastião Lazaroni hasta la fatídica derrota por 1-0 ante Argentina de Diego Maradona.
“Teníamos 20 años sin ganar el Mundial y necesitábamos ganar. Había un peso. Si pierdes ahora, volverá a los 24. Veo que esta generación debe hacer lo que hicimos. Unirnos entre ellos. Muchos de estos “Los jugadores ya han perdido dos copas: 2014 y 2018. Solo ellos pueden cambiar todo eso. En 1990 o 1994, solo nosotros pudimos cambiar”, comentó el exdefensor Ricardo Rocha, uno de los personajes de la “Copa 90”.
El documental analiza, por ejemplo, cómo la campaña de la Copa América 1989 formó el dúo Bebeto y Romário, cómo la decisión de adoptar el horario 3-5-2 también sorprendió a los jugadores y cómo las constantes discusiones dentro del grupo, algunas por la polémica El comportamiento del comando de la CBF, en ese momento con Ricardo Teixeira, minó el desempeño en el campo. “Quien se quede, un Neymar de la vida, un Thiago Silva, debe tomar la batuta y decir: ‘Yo sé lo que es perder’. Veo a algunos de ellos, me refiero a eso, la importancia del título mundial “. , concluyó Ricardo Rocha.
En 1990, las referencias eran pesadas para ese equipo. Aún quedaban ecos del equipo campeón del mundo de 1970, con estrellas como Pelé, Tostão, Jairzinho y Rivellino. Y los recuerdos de Brasil de 1982, el equipo que jugó más bonito desde Trian, eran nuevos. Hoy es recuerdos es mas facil: Las familias Penta y Scolari, con la brillantez de Ronaldo Fenômenos, Rivaldo y Ronaldinho Gaúchos, siguen ahí, pero las derrotas en las últimas copas no tienen el peso sentimental de una derrota de 1982.
Equipo de 90 y base en Tetra
Si bien muchos recuerdan el Mundial de 1990 como “que Lazaroni no llamó a Neto”, es imposible negar que había calidad en esa plantilla. De los 23 ordenados por Carlos Alberto Parreira en la Copa de Estados Unidos de 1994, diez eran remanentes del equipo de Lazaroni. Más que eso, ocho de los 11 titulares eran veteranos de la copa anterior: Taffarel, Jorginho, Aldair, Branco, Dunga, Mazinho, Bebeto y Romário, los otros dos fueron Ricardo Rocha y Muller.
Algunos de los deportistas que vivieron el sube y baja entre 1990 y 1994 forman ahora parte de la estructura actual de la CBF. Taffarel es el entrenador de porteros del equipo, mientras que Branco coordina el equipo juvenil. Dunga, por su parte, incluso ha vencido a Brasil en dos ocasiones, una de ellas en el Mundial de 2010.
El técnico Tite toma hoy un camino similar. La base en la selección que clasificó a las eliminatorias sudamericanas compitió en el Mundial 2018. Están, por ejemplo, Alisson y Ederson, Danilo, Marquinhos y Thiago Silva, Casemiro y Fred, Neymar, Gabriel Jesus y Roberto Firmino. La convocatoria más reciente fue para 11 jugadores del Mundial de Rusia.
Tite también ya lo ha probado “sabiendo lo que es perder” como cita Ricardo Rocha. No oculta su frustración por la derrota ante Bélgica en los cuartos de final del Mundial de Rusia 2018. Pero siempre que se enfrenta a marcas históricas, tabúes o efímeros, el técnico de la selección nacional suele tomar la importancia de quién es el protagonista. en el período actual.
“Siempre hemos basado nuestro trabajo en concepto, metodología y gestión. Es nuestra marca. El tema de la fe o tabú nunca fue discutido en nuestro trabajo. Termina siendo irrelevante para nuestro trabajo, para los deportistas, para el comité”, agregó. el dijo UOL asistente Cleber Xavier.
Ecos de frustraciones pasadas
Antes de la final de la Copa América 2021, ante una Argentina que no gana títulos en 28 años, Tite dijo que “mirando hacia atrás, no es una referencia” para el partido que estaba por suceder. En la última fecha FIFA, el técnico preguntó sobre la última actuación del equipo ante Colombia y respondió: “No es bueno, no está mal, es histórico”.
La política actual del cuerpo técnico tiene unos “mantras” que “merecen ganar”, sugieren la idea de jugar bien para ello, y “mentalmente fuerte”, que se explica por sí mismo y se ocupa de los aspectos psicológicos. Y la conexión con el ayuno actual tiene que ver con ambas ideas.
En 2006, con el resultado para Francia, los convocados llegaron al Mundial lejos del ideal físico y carecían de “merecido ganar”.
En 2010, ante Holanda, la derrota marcada por el fracaso de Julio César y la expulsión de Felipe Melo no fue “mentalmente fuerte”.
2014, en casa, el 7-1 fue una tragedia sin etiquetas.
En 2018, cuando Brasil cayó en cuartos de final ante Bélgica, Brasil tuvo una campaña sin llegar a su pico durante el torneo, con Neymar regresando de una lesión. En los playoffs tuvo una primera mitad desastrosa que pasó factura a pesar de la mejora y la presión en los playoffs.
No faltan ejemplos para que el ayuno no aumente.
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