Por José Torres
CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) – Una caravana de al menos cientos de migrantes salió de la ciudad de Tapachula, en el sur de México, el domingo en dirección a la frontera sur de Estados Unidos.
La caravana más pequeña planea unirse a la más grande, que partió hace seis días y actualmente se encuentra detenida a unos 40 kilómetros (25 millas) al norte en la ciudad de Huixtla.
Los organizadores dijeron que el primero había crecido a unas 7.000 personas, mientras que el gobierno del estado sureño de Chiapas dijo que estimaba el grupo en 3.500.
Muchos inmigrantes huyen de la pobreza y la inestabilidad política en su país de origen, procedentes de Cuba, El Salvador, Guatemala, Haití y especialmente Honduras y Venezuela, según un testigo de Reuters.
“Creo que 3.4 meses es demasiado esperar para obtener una visa humanitaria para poder viajar por territorio mexicano”, dijo Selma Álvarez de Venezuela. “Como estamos a merced de los coyotes, delincuentes, es bueno acompañarnos en la caravana, me parece más seguro”.
Álvarez agregó que el grupo estaba ansioso por llegar a la frontera de los EE. UU. y comenzar el proceso de ingreso a los EE. UU. con citas aseguradas a través de una solicitud del gobierno de los EE. UU., CBP One, y solicitando asilo.
El presidente estadounidense Joe Biden, que se postula para la reelección el próximo año, está bajo presión para reducir el número de personas que cruzan ilegalmente a Estados Unidos desde México.
Un número récord de personas ha cruzado este año la región del Tapón del Darién, que conecta Panamá y Colombia.
(Reporte de José Torres; escrito por Sarah Kinozian; editado por Josie Cao)
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