CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La Suprema Corte de Justicia de la Nación eligió el lunes a la primera mujer presidenta del Tribunal Supremo de su historia.
La jueza Norma Lucía Piña prestó juramento por su mandato de cuatro años al frente del tribunal de 11 miembros y se comprometió a preservar la independencia del máximo tribunal del país.
“La independencia judicial es indispensable para resolver los conflictos entre los poderes del Estado”, dijo Piña el lunes, al detallar sus planes. “Mi principal propuesta es trabajar en la construcción de mayorías más allá de mi visión personal”.
Como Presidente del Tribunal Supremo, Piña también dirigirá todo el poder judicial. No se la considera aliada del presidente Andrés Manuel López Obrador y los partidos de oposición saludaron su elección.
La votación de 6 a 5 de sus compañeros ministros el lunes se produjo a pesar de la presión de López Obrador sobre los ministros.
López Obrador había apoyado a otra jueza, Yasmín Esquivel, para el puesto más alto. Pero recientemente, surgió evidencia de que la jueza Esquivel pudo haber plagiado un artículo académico para obtener su título universitario a fines de la década de 1980.
La universidad pública donde obtuvo ese título aún está estudiando el asunto; su disertación, presentada en 1987, fue idéntica a la presentada el año anterior. Esquivel afirmó que la tesis anterior copió su trabajo posterior.
El presidente ha impulsado algunos proyectos de ley controvertidos en el Congreso solo para verlos bloqueados por los tribunales, y la elección de un aliado como presidente del Tribunal Supremo se ha considerado clave para López Obrador.
El lunes aseguró que “el poder judicial ha sido secuestrado… ha sido opacado por el dinero, por el poder económico”.
Sin embargo, la senadora Olga Cordero, exministra del Interior de López Obrador, saludó la elección de Piña.
“Esta es la hora de los derechos humanos, la hora de las mujeres”, escribió Cordero en sus cuentas de redes sociales.


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