Su artículo “Por qué México está perdiendo la oportunidad de beneficiarse de la disociación entre Estados Unidos y China” (gran lectura4 de julio) no da en el blanco en importantes desarrollos comerciales y de inversión en nuestro país.

Si bien el nearshoring ha llamado la atención, trasladar las fábricas lleva tiempo. Las empresas requieren una planificación y una evaluación cuidadosa de los factores locales, incluidos los proveedores, los costos y la infraestructura.

México ha mantenido su posición como el segundo mayor socio comercial de Estados Unidos.

En exportaciones de manufacturas, México ocupa el segundo lugar después de China y ha ocupado esta posición desde 2014. Mientras que la participación de México en las importaciones estadounidenses se ha mantenido estable en 16-17 por ciento desde 2018, la participación de China ha caído de 26,9 a 22,3 por ciento.

Si bien gran parte de la oferta manufacturera también se creó en otros países asiáticos, nada menos que Japón, Taiwán y Corea del Sur han establecido bases comparables a las de México.

Señala casos en el sector energético donde los cambios en la política mexicana han desalentado la inversión internacional. Estos asuntos fueron resueltos con éxito por el gobierno mexicano a través de negociaciones y satisfaciendo los intereses de ambas partes.

Además, el 1 de julio se firmaron conjuntamente tres proyectos importantes. Uno, un proyecto de capital conjunto entre Pemex y New Fortress Energy para una nueva inversión de $1,500 millones en un gran campo de gas en alta mar (Lakach) con reservas de 900,000 millones de pies cúbicos.

Otras dos son empresas de riesgo compartido con la energética estatal CFE. Uno, un gasoducto marino de $5 mil millones desde Tuxpan hasta Coatzacoalcos en el Golfo de México, para transportar gas natural al sureste.

La segunda es una empresa conjunta de $2,200 millones entre CFE y New Fortress Energy para una planta de licuefacción en el sureste y una nueva planta de generación en Baja California para suministrar gas al noroeste de México.

Y tras negociaciones entre el gobierno y el sector privado, se han facilitado 18 proyectos energéticos en petróleo, gas y electricidad con empresas privadas.

El gobierno estaba al tanto de estas negociaciones, lo que contradice la imagen que pinta su artículo del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sobre la inversión extranjera directa.

Roberto Lazzeri Montaño
Jefe de Gabinete del Ministro de Hacienda y Crédito Público
Ciudad de México, México