HUIXTLA, México — La agencia mexicana de migración ha emitido cerca de 7.000 documentos temporales y visas de tránsito en los últimos días a miembros de una caravana de migrantes que se disolvió en el sur de México el sábado.

Cientos de personas se dirigieron al norte en autobuses, mientras que otros se dispersaron por varios pueblos al norte de Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala, descansando o esperando dinero de familiares para continuar su viaje a Estados Unidos.

En su comunicado, la agencia mexicana de migración no especificó qué tipo de documentos se habían emitido, pero la mayoría de los migrantes mostraron papeles que les daban un plazo de un mes o más para salir del país o iniciar trámites de regularización en México. La mayoría quiere usar los documentos para llegar a la frontera de los Estados Unidos.

La caravana de migrantes salió de Tapachula el lunes. Pero se dividió el jueves, cuando los líderes regionales se reunieron en Los Ángeles en la Cumbre de las Américas para discutir la migración y otros temas.

El presidente Joe Biden y otros líderes del hemisferio occidental anunciaron el viernes lo que se anuncia como una hoja de ruta para que los países acojan a un gran número de migrantes y refugiados.

Mientras tanto, la estación de autobuses en la ciudad de Huixtla, en el sur de México, estaba repleta de migrantes que buscaban pasajes hacia el norte.

Alejandro González Rincón, su primo y otros seis amigos de Venezuela solo pudieron conseguir boletos para Tuxtla Gutiérrez, la capital de Chiapas, porque todos los demás destinos que querían, como la Ciudad de México, se agotaron. Su plan era avanzar lentamente hacia la frontera con Estados Unidos, dijo.

El venezolano Eddy Jiménez planeaba regresar a Tapachula en cuanto sus primos recibieran sus documentos. Allí esperaría a que sus familiares le enviaran dinero para viajar más al norte. Quería llegar a la Ciudad de México y luego a Monterrey, una ciudad grande más cerca de la frontera.

Desde octubre, las autoridades mexicanas han dispersado otras caravanas llevando a los migrantes a otras ciudades donde pueden legalizar su estatus más rápidamente. El objetivo era reducir la presión migratoria en el sur.

Grupos de derechos humanos han criticado la falta de transparencia de la Oficina de Migración en la realización de estos trámites. Los defensores también dicen que las autoridades a veces no respetan los documentos.